Análisis de la Ley de Paridad Aprobada por el Congreso

La reciente aprobación de la Ley de Paridad por el Congreso, con 178 votos a favor y 171 en contra, marca un hito en la lucha por la igualdad de género en los ámbitos decisorios. Esta ley exige que al menos el 40% de los puestos en órganos de poder de grandes empresas y en la Administración General del Estado sean ocupados por mujeres. Establece también la obligatoriedad de listas electorales paritarias y la representación equilibrada en el Gobierno y otras instituciones clave como el Tribunal Constitucional, el Consejo de Estado y el Consejo General del Poder Judicial, entre otros.

De esta forma, se trata de garantizar una representación equitativa en todos los niveles de toma de decisiones.

Ésta, es una medida que no solo garantiza la representación efectiva de las mujeres, sino que también fomenta la diversidad y el aprovechamiento pleno del talento disponible en todos los sectores.

Es lamentable, sin embargo, que un logro tan significativo se vea empañado por la crispación política. Las fricciones surgidas durante el trámite parlamentario (las relacionadas con la enmienda sobre la capacidad del Senado para vetar el techo de gasto), han desviado la atención del verdadero espíritu de la ley. Es crucial que trabajemos juntos, superando divisiones políticas, para alcanzar la equidad de género y asegurar que la implementación de esta ley se centre en su objetivo primordial: garantizar el principio de mérito y capacidad en todos los ámbitos de la vida social, deportiva, política y económica.

En Women On Board vemos primordial el continuar la labor para promover la igualdad de género, recordando que la colaboración y el compromiso colectivo son esenciales para lograr un cambio real. La aprobación de esta ley es un paso adelante, pero la verdadera transformación se logrará cuando todos, independientemente de nuestras diferencias políticas, nos unamos en la causa común de la igualdad y la justicia social.

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