Según el informe de World Economic Forum, América Latina y el Caribe han dado pasos importantes hacia la igualdad de género. Con una puntuación de 74.2% en paridad de género, la región ocupa el tercer lugar a nivel mundial y ha logrado el mayor avance desde 2006. Este progreso es un testimonio de los esfuerzos realizados, pero también nos invita a reflexionar sobre lo que aún queda por hacer para alcanzar una verdadera equidad.
Como mujer, empresaria y CEO de Women on Board, siempre he creído en el poder de las redes de apoyo y en la importancia de crear entornos de confianza para las mujeres, donde podamos compartir experiencias, apoyarnos y crecer personal y profesionalmente.
Los recientes avances en América Latina y el Caribe en términos de paridad de género son un ejemplo claro de lo que se puede lograr cuando trabajamos unidas.
La región ha logrado una notable mejora en la paridad de género, alcanzando un 74.2% en la puntuación general. Este progreso no es solo una cuestión de números: significa que más mujeres tienen acceso a oportunidades laborales y ocupan roles profesionales que antes les eran inaccesibles. Este avance impulsa a las mujeres a participar activamente en la economía y la política, como lo demuestra el notable aumento, con un 34% de representación femenina.
Sin embargo, más allá de las estadísticas, lo que realmente importa es el impacto: cuando las mujeres tienen acceso a las mismas oportunidades que los hombres, no solo se benefician ellas, sino toda la sociedad. El poder transformador de mujeres que lideran con confianza, transforman sus comunidades, educan a sus hijos con valores de igualdad y liderazgo y generan cambios significativos en la política y en la economía.
Avanzar hacia la paridad de género en América Latina y en el mundo, significaría un futuro en el que las niñas vean en sus madres, hermanas y líderes mujeres ejemplos de lo que pueden lograr. No es solo una cuestión de alcanzar posiciones de poder, sino de generar una sociedad más equitativa, con más oportunidades para todos, y mantenerlas.
En WOB, trabajamos para ofrecer espacios seguros y redes de apoyo que permitan a las mujeres crecer juntas, compartir experiencias y alcanzar sus objetivos. Las redes de apoyo no son un lujo, son esenciales para que las mujeres puedan romper barreras, acceder a nuevas oportunidades y generar el cambio que la sociedad necesita.
El avance hacia la paridad de género es más que una mejora estadística; es un cambio profundo que transformará el futuro de nuestra sociedad.
Pero no es una meta que se logre de manera automática, y cada paso que damos hacia ella tiene que estar acompañado de compromiso, colaboración y acción. Las redes de apoyo siguen siendo esenciales para que las mujeres puedan acceder a más oportunidades y, lo más importante, para que se sientan parte de un movimiento que las respalde. En WOB, seguimos comprometidos a ser esa red de apoyo que conecta a las mujeres con su verdadero potencial.
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