En el foro «Mujeres que cambian el mundo» en Málaga, se respiraba energía y propósito, con la participación de unas mujeres extraordinarias no solo por su relevancia profesional, que es reconocida por todos, sino también por su impacto personal. Cada una de ellas ha demostrado una capacidad única para liderar y transformar, con perspectivas valiosas desde cada uno de sus sectores.
Las mujeres en el foro hablaron de algo que me resuena profundamente: el impacto de una líder no se mide solo en el ámbito profesional, sino en cómo influye en su entorno personal, familiar y social. No podemos separar una cosa de la otra.
Este evento fue una verdadera inyección de energía colectiva, un recordatorio de que las mujeres no solo transformamos nuestras organizaciones, somos parte esencial de un movimiento global donde los hombres deben ser aliados en este camino hacia la igualdad, como actores claves de esta evolución.
En un mundo que busca soluciones rápidas, lo que verdaderamente marca la diferencia es la inversión en crecimiento y en crear redes sólidas.
Soy tremendamente afortunada de vivirlo en WOB cada día: mujeres impulsando iniciativas, apoyándose entre sí, y liderando con propósito. Porque las mujeres no solo lideran, son parte estratégica de un cambio que va más allá de las jerarquías tradicionales.
Desde WOB, continuamos apoyando este crecimiento, impulsando a mujeres a liderar con propósito y dejando una huella significativa.
Gracias a Mujeres a Seguir y a Esther Valdivia por organizar eventos tan necesarios, que ponen en el centro la inteligencia colectiva, el crecimiento y el liderazgo femenino. Eventos como estos son fundamentales para seguir impulsando el cambio que queremos ver en el mundo.